La masa comestible para modelar

¿Tiene hijos pequeños a los que les gusta jugar con pasta para modelar? ¿Alguna vez les ha descubierto intentando comer sus creaciones después de hacerlas? Esto le sucedió a Stefan Kaczmarek hace unos pocos años y decidió asegurarse de que sus hijos estaban seguros, incluso si decidían finalizar su sesión de juego comiendo sus nuevos caramelos de pasta para modelar.

«Mi preocupación como padre me llevó a encontrar una alternativa segura y divertida para la pasta para modelar para que mis hijos se divirtiesen, ¿por qué detenerse aquí? Quería que todo el mundo tuviese acceso a un producto como ese».

Stefan Kaczmarek averiguó que aunque estaba dirigida a los niños, algunas pastas para modelar contienen sustancias químicas como el formaldehído, bórax y parabenos, y que no se pueden comer. La pasta también es altamente resistente al modelado y puede permanecer fresca durante años gracias a los conservantes y estabilizadores utilizados en su fabricación. La información del producto completa no siempre está visible en las etiquetas y los padres pueden desconocer lo que contiene debido a los requisitos de etiquetado menos estrictos para los productos no alimenticios.

123 Nährmittel GmbH fue fundada en 2007 y fabrican pasta para modelar comestible con el objetivo de ofrecer una alternativa segura a la pasta para modelar normal. Su pasta para modelar se vende como producto alimenticio con todos los ingredientes enumerados en la etiqueta.


Un largo camino

«Ha sido un camino bastante largo y sinuoso hasta llegar a este nuevo producto pero al final, ha merecido la pena, nunca podría haber imaginado la demanda tan grande que había para nuestro producto».

Comenzando con investigación en guarderías sobre cómo jugaban los niños y utilizaban pasta para modelar hasta perfeccionar una receta de pasta comestible a base de almidón y harina, 123 23 Nährmittel pasó cerca de 7 meses investigando para su producto alternativo. Se enfrentaron a retos tales como evitar la tendencia a hincharse de la pasta para prevenir dolores de estómago si los niños comían demasiado y evitar que se estropease al venderlo en forma de polvos, añadiendo únicamente agua antes de utilizarlo para crear la pasta.

«Educar a los clientes fue uno de nuestros mayores retos. La gente tiende a creer que todo lo que lleva una etiqueta CE es automáticamente seguro».

En un mercado en el que las empresas cuentan con la mayor cuota de mercado, puede resultar muy complicado comercializar nuevos productos para las empresas de menor tamaño. Aunque las sustancias químicas utilizadas en alimentos que imitan la pasta para modelar aportan, en última instancia, más beneficios para los fabricantes, hacen que en ocasiones sean reacios a cambiar a alternativas más caras.

Stefan Kaczmarek quiere animar a otras empresas a que no abandonen en mitad del proceso.

«Si crees en tu producto, no te desanimes. Cuando se presente un reto, confía en que los consumidores saben cuál es la mejor opción».